¿Es México una sociedad patriarcal o matriarcal? Por un lado, vemos un impulso cada vez mayor por erradicar el machismo, la violencia doméstica y la desigualdad de género. Por el otro, encontramos a mujeres fuertes al frente de negocios locales, movimientos sociales, iniciativas comunitarias y cargos públicos. Entonces, ¿cuál es la realidad?
La respuesta no es tan simple. Como en muchos países, México se encuentra en un punto intermedio, aunque con una clara inclinación hacia una estructura patriarcal, donde los hombres ostentan mayor poder político, económico y social. Sin embargo, en la práctica diaria, y debido a factores como la migración masculina por trabajo, muchos hogares mexicanos funcionan como espacios matrifocales, encabezados por madres o abuelas que toman las decisiones, administran las finanzas y sostienen emocionalmente a la familia.
En estos hogares, la figura femenina no solo es central: es sagrada. La “mamá” o la “abuelita” es vista como autoridad moral, pilar de estabilidad y transmisora de cultura. En ese sentido, México ofrece un equilibrio más complejo y matizado en cuanto a liderazgo de género de lo que parece a simple vista.
Durante las últimas semanas, tuve el privilegio de acompañar y entrevistar a una de estas mujeres poderosas de La Paz cuya influencia va mucho más allá de Baja California Sur. Con magnetismo y humildad, logró coordinar con éxito un evento con más de 2,000 asistentes y un staff de 850 personas: la 12ª edición de la icónica recaudación anual “La Pazión por el Sabor”, celebrada el 30 de mayo de 2025 en El Mogote.
Si no conoces este evento —también conocido como la “White Party”— es el festival gastronómico más grande del estado, que abarca los cinco municipios de Baja Sur. Su creadora y organizadora principal, Lorena Hinojosa, lo lanzó hace casi dos décadas como un modesto evento para retribuir a la comunidad. Hoy, reúne a restaurantes, productores, vinícolas y cervecerías, recaudando millones de pesos que benefician a organizaciones como la Cruz Roja, el DIF Municipal y los Bomberos.
El evento incluye transporte en ferry, traslados terrestres, comida gourmet, bebidas y conciertos. Todo el personal participa de forma voluntaria, lo que permite que casi la totalidad de lo recaudado —3,000 pesos por boleto y 2,000 asistentes este año— se destine a las causas benéficas.
La misma determinación e integridad que le permitió a Lorena levantar un pequeño negocio de cocina económica, sin formación formal como chef, es la que la impulsa a hacer crecer este evento cada año. De apenas 12 participantes hace 18 años, este año llegaron a 130. Como ella misma dice: “La industria gastronómica es una gran familia. Este evento es nuestra forma de compartir esa familia con todos, apoyando a las organizaciones más importantes de nuestra comunidad”.
Detrás del escenario, Lorena lidera un equipo núcleo de tres personas, más un operativo de diez que trabaja todo el año en la planeación, comenzando activamente desde octubre.
Entre más de cien puestos de comida, me fue imposible probar la mitad. Pero sí alcancé a disfrutar un exquisito mole de lengua de res sobre puré de plátano fermentado preparado por el chef Sergio de Los 32 Sabores. Y mientras la multitud, toda vestida de blanco, bailaba al ritmo de los conciertos, vi a Lorena supervisar todo con gracia y temple, liderando con el ejemplo.
Conocer a personas como Lorena me hace reflexionar sobre el verdadero liderazgo femenino en México. Ella es más que una organizadora: es una guardiana de la cultura, que une a la comunidad a través de la gastronomía, año con año, para ayudar a quienes más lo necesitan.
Prepara tu atuendo blanco, nos vemos el próximo año. Mientras tanto, si quieres probar el famoso mole de pollo con 37 ingredientes de Lorena, no dudes en visitar su restaurante Zarape —te prometo que no te vas a arrepentir.
Para saber más sobre mi trabajo: www.naailahauladin.com o contáctame por WhatsApp al +52 612 141 8002.
Naailah Auladin es doula de vida y relaciones en La Paz, especializada en acompañar a personas y familias durante periodos de crisis emocional, trauma o inestabilidad mental. Cree firmemente que nuestra primera responsabilidad cívica es cuidar de nuestra salud emocional, mental y física.